El condado británico de Suffolk es una belleza paisajística. Un idilio de costa, bosque y amplios espacios abiertos. Suffolk es el hogar de Thomas Gainsborough. El artista británico encontró aquí la inspiración e influyó en la pintura de paisaje británica con ideas jóvenes. Suffolk se convirtió en el hogar de Timothy Easton, que quedó tan prendado del paisaje que cambió por completo su trayectoria artística. El padre de Timothy era un apasionado coleccionista de arte. Para sus hijos, la presencia del arte era, por tanto, algo natural. El arte fue una parte integral de la infancia de Timothy, que mostró un gran interés por el dibujo a una edad temprana. Mientras el hermano de Timothy se dedicaba a comerciar con obras de arte y se convertía en asesor de Sotheby's, Timothy decidió seguir una carrera artística. Una beca y el apoyo de la Fundación Elizabeth Greenshields confirman que Timothy Easton tomó una buena decisión. Disfrutando de la libertad que le proporciona el apoyo financiero de la Fundación, el joven artista está viajando por toda Europa durante un año. Los destinos de Easton son la Italia y el norte de Europa, únicos por su historia del arte. De vuelta a Inglaterra, se dedica a pintar retratos y realiza varios murales en lugares de culto.
A los 30 años, Timothy Easton se reorienta. El artista, que hasta entonces se había dedicado a una forma de pintura más clásica, a partir de ahora se concentra por completo en la escultura. Easton crea imaginativas figuras de bronce con las que llama la atención en la escena artística internacional. El artista tiene éxito, está casado y tiene dos hijas. Tiempos cómodos, que a menudo desencadenan el deseo de un cambio. La familia se traslada al idílico Suffolk y renueva una casa con jardín en un entorno rural. Durante la renovación, Timothy Easton encuentra una nueva fuente de inspiración. La interacción de los edificios históricos con los florecientes paisajes despierta el deseo de un renovado cambio profesional. Easton comienza a utilizar pinceles y pintura al óleo para capturar los magníficos jardines y la luz especial. Sus cuadros son atmosféricos. Los jardines son acogedores y abiertos y son lugares de felicidad.
Los renders de Timothy Easton de los edificios demuestran una gran experiencia en arquitectura histórica. Su elaboración vuelve a llamar la atención de la sociedad. Easton emprende viajes de pintura que le permiten visitar los países más bellos del mundo. De vuelta a Inglaterra, traslada sus impresiones. Los paisajes de jardín de Timothy parecen impresionistas desde el principio y al espectador le recuerdan a las obras de Monet. De vuelta a Inglaterra, Easton evoca cuadros de ricos colores y sombras contrastadas. Las sombras determinan la luz que ilumina las escenas armoniosas. Gatos dormitando al sol, campos de lirios azules cuyo azul intenso se prolonga en el cielo, y escenas costeras reflejadas en el agua. Son los momentos no agitados los que definen la obra de Timothy Easton. Una señal segura de que el artista ha llegado.
El condado británico de Suffolk es una belleza paisajística. Un idilio de costa, bosque y amplios espacios abiertos. Suffolk es el hogar de Thomas Gainsborough. El artista británico encontró aquí la inspiración e influyó en la pintura de paisaje británica con ideas jóvenes. Suffolk se convirtió en el hogar de Timothy Easton, que quedó tan prendado del paisaje que cambió por completo su trayectoria artística. El padre de Timothy era un apasionado coleccionista de arte. Para sus hijos, la presencia del arte era, por tanto, algo natural. El arte fue una parte integral de la infancia de Timothy, que mostró un gran interés por el dibujo a una edad temprana. Mientras el hermano de Timothy se dedicaba a comerciar con obras de arte y se convertía en asesor de Sotheby's, Timothy decidió seguir una carrera artística. Una beca y el apoyo de la Fundación Elizabeth Greenshields confirman que Timothy Easton tomó una buena decisión. Disfrutando de la libertad que le proporciona el apoyo financiero de la Fundación, el joven artista está viajando por toda Europa durante un año. Los destinos de Easton son la Italia y el norte de Europa, únicos por su historia del arte. De vuelta a Inglaterra, se dedica a pintar retratos y realiza varios murales en lugares de culto.
A los 30 años, Timothy Easton se reorienta. El artista, que hasta entonces se había dedicado a una forma de pintura más clásica, a partir de ahora se concentra por completo en la escultura. Easton crea imaginativas figuras de bronce con las que llama la atención en la escena artística internacional. El artista tiene éxito, está casado y tiene dos hijas. Tiempos cómodos, que a menudo desencadenan el deseo de un cambio. La familia se traslada al idílico Suffolk y renueva una casa con jardín en un entorno rural. Durante la renovación, Timothy Easton encuentra una nueva fuente de inspiración. La interacción de los edificios históricos con los florecientes paisajes despierta el deseo de un renovado cambio profesional. Easton comienza a utilizar pinceles y pintura al óleo para capturar los magníficos jardines y la luz especial. Sus cuadros son atmosféricos. Los jardines son acogedores y abiertos y son lugares de felicidad.
Los renders de Timothy Easton de los edificios demuestran una gran experiencia en arquitectura histórica. Su elaboración vuelve a llamar la atención de la sociedad. Easton emprende viajes de pintura que le permiten visitar los países más bellos del mundo. De vuelta a Inglaterra, traslada sus impresiones. Los paisajes de jardín de Timothy parecen impresionistas desde el principio y al espectador le recuerdan a las obras de Monet. De vuelta a Inglaterra, Easton evoca cuadros de ricos colores y sombras contrastadas. Las sombras determinan la luz que ilumina las escenas armoniosas. Gatos dormitando al sol, campos de lirios azules cuyo azul intenso se prolonga en el cielo, y escenas costeras reflejadas en el agua. Son los momentos no agitados los que definen la obra de Timothy Easton. Una señal segura de que el artista ha llegado.
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