En la bruma velada de la historia se alza la figura del pintor flamenco Cornelis Norbertus Gijsbrechts. Nacido en algún momento entre 1625 y 1629, sus orígenes exactos son un misterio sólo iluminado por su impresionante legado artístico. Gijsbrechts, maestro de las naturalezas muertas y especialmente de las vanitas y los trampantojos, dejó una profunda huella en el arte europeo del siglo XVII. Su obra se vio influida por su estancia en los Países Bajos españoles, Alemania, Dinamarca y Suecia, donde se hizo un nombre especialmente como pintor de la corte de Copenhague. Nuestra colección de grabados artísticos pone a su disposición sus extraordinarias obras, que representan una mezcla de realismo magistral y profundo simbolismo.
Se conocen pocos datos sobre la vida personal de Gijsbrechts. Se supone que nació en Amberes y se casó allí con Anna Moons el 26 de abril de 1648 en la iglesia de Santiago. De esta unión nació su hijo Franciscus, que más tarde siguió los pasos de su padre y se convirtió en pintor como él. La relación de Gijsbrechts con el arte era profunda e institucional, como lo demuestra su pertenencia a la Cofradía de solteros ancianos, así como su inscripción como "wijnmeester" (hijo de maestro) en el Gremio de San Lucas de Amberes.
Cuando Gijsbrechts marchó a Ratisbona y Hamburgo en la década de 1660, comenzó un periodo creativo que cimentó su fama. Se cree que durante esta época entró en contacto con el pintor Georg Hinz , que tenía conexiones con la corte danesa. Es posible que esta relación allanara el camino para la etapa de Gijsbrechts como pintor de la corte de Copenhague, de 1668 a 1672. Este periodo marca su etapa más prolífica, durante la cual produjo gran parte de la obra artística que hoy conocemos. Su estudio estaba situado en el pintoresco parque Kongens Have de Rosenborg Slot, donde creó sus extraordinarias obras de trampantojos y vanitas. Tras su estancia en Copenhague, Gijsbrechts se trasladó a Estocolmo en 1672 y se registró en Breslavia (actual Wrocław) en 1675. Después de esta fecha, su rastro se pierde en los anales de la historia, sin que se conozcan ni su fecha ni su lugar de fallecimiento. Aunque su trayectoria personal sigue siendo enigmática, Gijsbrechts continúa vivo en sus obras. Las impresiones artísticas de Gijsbrechts que ofrecemos, magistralmente elaboradas, permiten a los amantes del arte poseer una parte de este legado y preservar el legado de este notable artista flamenco.
En la bruma velada de la historia se alza la figura del pintor flamenco Cornelis Norbertus Gijsbrechts. Nacido en algún momento entre 1625 y 1629, sus orígenes exactos son un misterio sólo iluminado por su impresionante legado artístico. Gijsbrechts, maestro de las naturalezas muertas y especialmente de las vanitas y los trampantojos, dejó una profunda huella en el arte europeo del siglo XVII. Su obra se vio influida por su estancia en los Países Bajos españoles, Alemania, Dinamarca y Suecia, donde se hizo un nombre especialmente como pintor de la corte de Copenhague. Nuestra colección de grabados artísticos pone a su disposición sus extraordinarias obras, que representan una mezcla de realismo magistral y profundo simbolismo.
Se conocen pocos datos sobre la vida personal de Gijsbrechts. Se supone que nació en Amberes y se casó allí con Anna Moons el 26 de abril de 1648 en la iglesia de Santiago. De esta unión nació su hijo Franciscus, que más tarde siguió los pasos de su padre y se convirtió en pintor como él. La relación de Gijsbrechts con el arte era profunda e institucional, como lo demuestra su pertenencia a la Cofradía de solteros ancianos, así como su inscripción como "wijnmeester" (hijo de maestro) en el Gremio de San Lucas de Amberes.
Cuando Gijsbrechts marchó a Ratisbona y Hamburgo en la década de 1660, comenzó un periodo creativo que cimentó su fama. Se cree que durante esta época entró en contacto con el pintor Georg Hinz , que tenía conexiones con la corte danesa. Es posible que esta relación allanara el camino para la etapa de Gijsbrechts como pintor de la corte de Copenhague, de 1668 a 1672. Este periodo marca su etapa más prolífica, durante la cual produjo gran parte de la obra artística que hoy conocemos. Su estudio estaba situado en el pintoresco parque Kongens Have de Rosenborg Slot, donde creó sus extraordinarias obras de trampantojos y vanitas. Tras su estancia en Copenhague, Gijsbrechts se trasladó a Estocolmo en 1672 y se registró en Breslavia (actual Wrocław) en 1675. Después de esta fecha, su rastro se pierde en los anales de la historia, sin que se conozcan ni su fecha ni su lugar de fallecimiento. Aunque su trayectoria personal sigue siendo enigmática, Gijsbrechts continúa vivo en sus obras. Las impresiones artísticas de Gijsbrechts que ofrecemos, magistralmente elaboradas, permiten a los amantes del arte poseer una parte de este legado y preservar el legado de este notable artista flamenco.
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