A partir de mediados del siglo XIX, el mercado del libro cambió considerablemente debido a la introducción de innovaciones técnicas. La imprenta rápida hizo posibles cifras de difusión que revolucionaron a largo plazo los hábitos de lectura de la gente. Las nuevas técnicas de impresión y la introducción de la impresión en color volvieron a unir la palabra y la imagen. La ilustración de libros se convierte en un arte independiente. La literatura reaccionó a la aparición del mercado de masas con nuevas formas, como el relato corto y la novela por entregas. Walter Crane se estableció por primera vez como ilustrador en este mercado de masas. Sus ilustraciones para series de libros infantiles, que se comercializaban en Gran Bretaña como "Six Penny Books" o "ToyBooks", alcanzaron tiradas de 50.000 ejemplares. El empeño de Crane residía en la alta calidad artesanal y artística de los productos producidos en serie.
La trayectoria educativa de Crane fue poco convencional. Después de dejar la escuela tras unas pocas clases porque "le ponía de los nervios", su padre le educó en casa. A los 13 años empezó a trabajar como ilustrador. La base artesanal modeló su concepción del arte. Crane está considerado como uno de los representantes más destacados del movimiento británico Arts and Craft, que pretendía conciliar el arte y la artesanía con la producción en serie. De este modo, Crane se convirtió también en pionero del Art Nouveau. En lugar de volver a las formas artísticas tradicionales que caracterizaban al historicismo, el movimiento Arts and Craft se centró en el desarrollo de un estilo moderno independiente.
Crane estaba comprometido con una nueva educación artística para amplios sectores de la población y publicó la correspondiente literatura educativa básica. Crane no sólo creó ilustraciones para libros, sino que también se dedicó al diseño. Aquí creaba artículos de uso cotidiano como papel pintado, azulejos, cristalería o patrones para manteles. El movimiento Arts and Craft hacía hincapié en conciliar el arte y la vida cotidiana en una sociedad industrial. Sin embargo, la mayor influencia de Crane se produjo a través de las ilustraciones de sus libros.
A partir de mediados del siglo XIX, el mercado del libro cambió considerablemente debido a la introducción de innovaciones técnicas. La imprenta rápida hizo posibles cifras de difusión que revolucionaron a largo plazo los hábitos de lectura de la gente. Las nuevas técnicas de impresión y la introducción de la impresión en color volvieron a unir la palabra y la imagen. La ilustración de libros se convierte en un arte independiente. La literatura reaccionó a la aparición del mercado de masas con nuevas formas, como el relato corto y la novela por entregas. Walter Crane se estableció por primera vez como ilustrador en este mercado de masas. Sus ilustraciones para series de libros infantiles, que se comercializaban en Gran Bretaña como "Six Penny Books" o "ToyBooks", alcanzaron tiradas de 50.000 ejemplares. El empeño de Crane residía en la alta calidad artesanal y artística de los productos producidos en serie.
La trayectoria educativa de Crane fue poco convencional. Después de dejar la escuela tras unas pocas clases porque "le ponía de los nervios", su padre le educó en casa. A los 13 años empezó a trabajar como ilustrador. La base artesanal modeló su concepción del arte. Crane está considerado como uno de los representantes más destacados del movimiento británico Arts and Craft, que pretendía conciliar el arte y la artesanía con la producción en serie. De este modo, Crane se convirtió también en pionero del Art Nouveau. En lugar de volver a las formas artísticas tradicionales que caracterizaban al historicismo, el movimiento Arts and Craft se centró en el desarrollo de un estilo moderno independiente.
Crane estaba comprometido con una nueva educación artística para amplios sectores de la población y publicó la correspondiente literatura educativa básica. Crane no sólo creó ilustraciones para libros, sino que también se dedicó al diseño. Aquí creaba artículos de uso cotidiano como papel pintado, azulejos, cristalería o patrones para manteles. El movimiento Arts and Craft hacía hincapié en conciliar el arte y la vida cotidiana en una sociedad industrial. Sin embargo, la mayor influencia de Crane se produjo a través de las ilustraciones de sus libros.
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