Stefano Bonsignori, también conocido como Buonsignori, murió en Florencia el 21 de septiembre de 1589. Monje italiano de la orden olivetana y célebre cartógrafo, dejó su impronta en el patrimonio cultural y artístico de la Toscana a través de su obra. Honró especialmente a su ciudad natal, Florencia, con la creación del famoso mapa Bonsignori.
Poco se sabe de los primeros años de la vida de Bonsignori, pero su camino le condujo a la Orden Olivetana antes de recibir un honor especial en 1575: Francesco I, Gran Duque de Toscana, le invitó a convertirse en su cartógrafo personal.
Su especial talento quedó demostrado en el reto que le planteó el Gran Duque. Francesco I le encargó completar un ciclo de mapas para el Guardaroba, el vestuario del Palazzo Vecchio. Éste había quedado inconcluso tras la destitución de Ignazio Danti. Del total de 53 paneles cartográficos que adornaban las puertas del camarín, 23 eran obra de Bonsignori. Su última obra para esta sala fue realizada en 1589.
Entre 1576 y 1584, la obra maestra de Bonsignori, el mapa axonométrico de Florencia, fue creado bajo el patrocinio de Francisco I y grabado en cobre por Bonaventura Billocardi. El mapa se caracteriza por su riqueza de detalles, destacando en particular el río Arno y diversas infraestructuras hidráulicas. Se trata de un homenaje a la acertada política hidráulica de Cosme I, padre de Francesco, cuya aplicación había cambiado significativamente el paisaje urbano de Florencia.
El sucesor de Francesco, Ferdinando I, confirmó el puesto de Bonsignori como Cartógrafo Gran Ducal en 1588. Stefano Bonsignori murió un año después. Lamentablemente, su tumba en la iglesia de Santi Michele e Gaetano se perdió durante las reformas del siglo XVII. Sin embargo, su legado artístico perdura en sus excelentes obras cartográficas.
Stefano Bonsignori, también conocido como Buonsignori, murió en Florencia el 21 de septiembre de 1589. Monje italiano de la orden olivetana y célebre cartógrafo, dejó su impronta en el patrimonio cultural y artístico de la Toscana a través de su obra. Honró especialmente a su ciudad natal, Florencia, con la creación del famoso mapa Bonsignori.
Poco se sabe de los primeros años de la vida de Bonsignori, pero su camino le condujo a la Orden Olivetana antes de recibir un honor especial en 1575: Francesco I, Gran Duque de Toscana, le invitó a convertirse en su cartógrafo personal.
Su especial talento quedó demostrado en el reto que le planteó el Gran Duque. Francesco I le encargó completar un ciclo de mapas para el Guardaroba, el vestuario del Palazzo Vecchio. Éste había quedado inconcluso tras la destitución de Ignazio Danti. Del total de 53 paneles cartográficos que adornaban las puertas del camarín, 23 eran obra de Bonsignori. Su última obra para esta sala fue realizada en 1589.
Entre 1576 y 1584, la obra maestra de Bonsignori, el mapa axonométrico de Florencia, fue creado bajo el patrocinio de Francisco I y grabado en cobre por Bonaventura Billocardi. El mapa se caracteriza por su riqueza de detalles, destacando en particular el río Arno y diversas infraestructuras hidráulicas. Se trata de un homenaje a la acertada política hidráulica de Cosme I, padre de Francesco, cuya aplicación había cambiado significativamente el paisaje urbano de Florencia.
El sucesor de Francesco, Ferdinando I, confirmó el puesto de Bonsignori como Cartógrafo Gran Ducal en 1588. Stefano Bonsignori murió un año después. Lamentablemente, su tumba en la iglesia de Santi Michele e Gaetano se perdió durante las reformas del siglo XVII. Sin embargo, su legado artístico perdura en sus excelentes obras cartográficas.
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