El talento artístico de Sascha Schneider ya era evidente durante sus años escolares en Blasewitz. Un profesor se dio cuenta del gran talento del chico y le allanó el camino para que, tras su Abitur, asistiera a la academia de arte de Dresde. Tras finalizar sus estudios, el joven y esperanzado artista se instaló en un taller y comenzó a realizar sus primeras presentaciones (incluso en la exposición de Gurlitt en Berlín). Por aquel entonces, el pintor y artista gráfico Max Klinger era un importante amigo y colaborador. Ayudó a Sascha Schneider a hacerse un nombre en la escena artística y a establecerse. Unos años más tarde, Klinger también le permitió ser profesor en la escuela de arte de Weimar.
Rudolph Karl Alexander Schneider, llamado Sascha, es conocido principalmente como ilustrador de las obras de Karl May. El pintor y el escritor se encontraron por primera vez en la primavera de 1903, y rápidamente se desarrolló entre los dos artistas una fructífera colaboración y una amistad de por vida. Poco antes, el inventor de Winnetou y Old Shatterhand había visitado una exposición de la obra de Schneider, que tuvo un efecto duradero en él. Quedó impresionado por las poderosas y simbolistas pinturas en las que se encontró inmediatamente. A partir de entonces, Sascha Schneider se hizo cargo del diseño de las novelas de aventuras y viajes de su nueva alma gemela (publicadas por Friedrich Ernst Fehsenfeld). Sin embargo, ni las portadas de los libros ni las historias fueron bien recibidas por el público. Por cierto, Schneider realizó un enorme mural ("Der Chodem") para la residencia de Karl May en Radebeul, que puede verse en la sala de recepción del poeta.
Lo especial de Sascha Schneider, representante del estilo simbolista, era su versatilidad. Fue un artista gráfico, pintor y dibujante de primera clase; además, realizó varias esculturas. Además, el artista sajón diseñó varios murales: entre otros, en la Villa Colombaia de Florencia, en el vestíbulo del Teatro Estatal de Weimar y en la Buchgewerbehaus de Leipzig (en la Gutenberghalle). La gran pasión de Sascha Schneider era viajar. Pasó mucho tiempo en el extranjero (especialmente en Francia e Italia) y dejó allí su huella creativa. En su vida privada, el germano-ruso, nacido y criado en San Petersburgo, admitía abiertamente su disposición homosexual. Hoy se le considera un pionero creativo del movimiento gay. Aunque la sociedad se fue liberalizando y cambiando hacia 1900, los actos homoeróticos seguían siendo punibles. En consecuencia, su vida amorosa de corazón abierto no siempre fue recibida con amor y comprensión contrarios. Además, su inclinación hacia su propio sexo se refleja en sus permisivas creaciones pictóricas y esculturas. En consecuencia, la atención se centra a menudo en los cuerpos masculinos atléticos y desnudos. Las monumentales y revolucionarias representaciones de Sascha Schneider no sólo muestran a chicos delicados, sino también a tipos fuertes y poderosos. Tomó como modelo principalmente la antigua Grecia, pero también aparecen en sus obras temas políticos, religiosos y místicos.
El talento artístico de Sascha Schneider ya era evidente durante sus años escolares en Blasewitz. Un profesor se dio cuenta del gran talento del chico y le allanó el camino para que, tras su Abitur, asistiera a la academia de arte de Dresde. Tras finalizar sus estudios, el joven y esperanzado artista se instaló en un taller y comenzó a realizar sus primeras presentaciones (incluso en la exposición de Gurlitt en Berlín). Por aquel entonces, el pintor y artista gráfico Max Klinger era un importante amigo y colaborador. Ayudó a Sascha Schneider a hacerse un nombre en la escena artística y a establecerse. Unos años más tarde, Klinger también le permitió ser profesor en la escuela de arte de Weimar.
Rudolph Karl Alexander Schneider, llamado Sascha, es conocido principalmente como ilustrador de las obras de Karl May. El pintor y el escritor se encontraron por primera vez en la primavera de 1903, y rápidamente se desarrolló entre los dos artistas una fructífera colaboración y una amistad de por vida. Poco antes, el inventor de Winnetou y Old Shatterhand había visitado una exposición de la obra de Schneider, que tuvo un efecto duradero en él. Quedó impresionado por las poderosas y simbolistas pinturas en las que se encontró inmediatamente. A partir de entonces, Sascha Schneider se hizo cargo del diseño de las novelas de aventuras y viajes de su nueva alma gemela (publicadas por Friedrich Ernst Fehsenfeld). Sin embargo, ni las portadas de los libros ni las historias fueron bien recibidas por el público. Por cierto, Schneider realizó un enorme mural ("Der Chodem") para la residencia de Karl May en Radebeul, que puede verse en la sala de recepción del poeta.
Lo especial de Sascha Schneider, representante del estilo simbolista, era su versatilidad. Fue un artista gráfico, pintor y dibujante de primera clase; además, realizó varias esculturas. Además, el artista sajón diseñó varios murales: entre otros, en la Villa Colombaia de Florencia, en el vestíbulo del Teatro Estatal de Weimar y en la Buchgewerbehaus de Leipzig (en la Gutenberghalle). La gran pasión de Sascha Schneider era viajar. Pasó mucho tiempo en el extranjero (especialmente en Francia e Italia) y dejó allí su huella creativa. En su vida privada, el germano-ruso, nacido y criado en San Petersburgo, admitía abiertamente su disposición homosexual. Hoy se le considera un pionero creativo del movimiento gay. Aunque la sociedad se fue liberalizando y cambiando hacia 1900, los actos homoeróticos seguían siendo punibles. En consecuencia, su vida amorosa de corazón abierto no siempre fue recibida con amor y comprensión contrarios. Además, su inclinación hacia su propio sexo se refleja en sus permisivas creaciones pictóricas y esculturas. En consecuencia, la atención se centra a menudo en los cuerpos masculinos atléticos y desnudos. Las monumentales y revolucionarias representaciones de Sascha Schneider no sólo muestran a chicos delicados, sino también a tipos fuertes y poderosos. Tomó como modelo principalmente la antigua Grecia, pero también aparecen en sus obras temas políticos, religiosos y místicos.
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