Al igual que muchos otros artistas del grabado japonés, Ogata Gekkō se inspiró en Hokusai. Sin embargo, consiguió salir de la sombra del gran artista japonés y establecer su propio estilo. Por sus delicados grabados, casi acuarelas, se puede ver que su carrera artística comenzó decorando porcelana con delicadas pinturas. Igualmente delicados y frágiles son sus grabados en madera, que tienen principalmente motivos de paisajes japoneses, gente sencilla y gobernantes japoneses famosos. Hermosas mujeres, actores de kabuki y escenas de la historia y el folclore japoneses son típicos de los grabados del artista japonés. Se adscriben al estilo del ukiyo-e y fueron muy populares en vida de Ogata Gekkō. A día de hoy, las obras originales gozan de gran popularidad. Fue uno de los primeros artistas de Japón que también tuvo un gran público internacional y cuyas obras gozaron y gozan de gran popularidad fuera de Japón. Lo que tiene de especial Ogata Gekkō es que es autodidacta y se enseñó a sí mismo el oficio. Probablemente de ahí provenga su estilo incomparablemente individual, que lo diferenció de otros artistas de su época. Sin embargo, se inspiró mucho en los artistas de las xilografías, como Kikuchi Yōsai y Hokusai. Al igual que este último, también realizó una serie de representaciones del monte Fuji, compuesta por cientos de grabados. La serie representa la montaña sagrada en una amplia variedad de perspectivas y estados de ánimo de iluminación. Estudios como estos dejaron una enorme huella en el estilo de Ogata Gekkō.
Además, el artista fue conocido por su representación de la primera guerra entre Japón y China, que tuvo lugar entre 1894 y 1895. A falta de fotografía, el artista registró los acontecimientos en forma de grabados en madera, que permitieron conocer el curso de los enfrentamientos con China. De ahí salieron algunos de sus grabados más famosos, que se publicaron en los libros de historia y en las revistas de la época. Como resultado, la obra de Ogata Gekkō adquirió una enorme fama y popularidad durante su vida. Todos los grabados del artista japonés son inusualmente delicados y ricos en detalles, ya sea que representen hermosas mujeres, paisajes japoneses, folclore tradicional o eventos históricos como la representación de la primera guerra entre China y Japón. Los grabados en madera se presentan en colores apagados que se aplicaban de forma casi permeable al bloque de impresión. Esto hace que parezcan casi acuarelas. Sin embargo, los contornos son claramente visibles. Las figuras y los detalles del paisaje en primer plano suelen ser más vivos que los fondos y los detalles en la distancia, que suelen aparecer con colores más delicados. Otra característica típica de los grabados del maestro japonés es que el papel brilla y nunca se imprime por completo. Esto confiere a los grabados en madera cierta ligereza y esbozo.
Al igual que muchos otros artistas del grabado japonés, Ogata Gekkō se inspiró en Hokusai. Sin embargo, consiguió salir de la sombra del gran artista japonés y establecer su propio estilo. Por sus delicados grabados, casi acuarelas, se puede ver que su carrera artística comenzó decorando porcelana con delicadas pinturas. Igualmente delicados y frágiles son sus grabados en madera, que tienen principalmente motivos de paisajes japoneses, gente sencilla y gobernantes japoneses famosos. Hermosas mujeres, actores de kabuki y escenas de la historia y el folclore japoneses son típicos de los grabados del artista japonés. Se adscriben al estilo del ukiyo-e y fueron muy populares en vida de Ogata Gekkō. A día de hoy, las obras originales gozan de gran popularidad. Fue uno de los primeros artistas de Japón que también tuvo un gran público internacional y cuyas obras gozaron y gozan de gran popularidad fuera de Japón. Lo que tiene de especial Ogata Gekkō es que es autodidacta y se enseñó a sí mismo el oficio. Probablemente de ahí provenga su estilo incomparablemente individual, que lo diferenció de otros artistas de su época. Sin embargo, se inspiró mucho en los artistas de las xilografías, como Kikuchi Yōsai y Hokusai. Al igual que este último, también realizó una serie de representaciones del monte Fuji, compuesta por cientos de grabados. La serie representa la montaña sagrada en una amplia variedad de perspectivas y estados de ánimo de iluminación. Estudios como estos dejaron una enorme huella en el estilo de Ogata Gekkō.
Además, el artista fue conocido por su representación de la primera guerra entre Japón y China, que tuvo lugar entre 1894 y 1895. A falta de fotografía, el artista registró los acontecimientos en forma de grabados en madera, que permitieron conocer el curso de los enfrentamientos con China. De ahí salieron algunos de sus grabados más famosos, que se publicaron en los libros de historia y en las revistas de la época. Como resultado, la obra de Ogata Gekkō adquirió una enorme fama y popularidad durante su vida. Todos los grabados del artista japonés son inusualmente delicados y ricos en detalles, ya sea que representen hermosas mujeres, paisajes japoneses, folclore tradicional o eventos históricos como la representación de la primera guerra entre China y Japón. Los grabados en madera se presentan en colores apagados que se aplicaban de forma casi permeable al bloque de impresión. Esto hace que parezcan casi acuarelas. Sin embargo, los contornos son claramente visibles. Las figuras y los detalles del paisaje en primer plano suelen ser más vivos que los fondos y los detalles en la distancia, que suelen aparecer con colores más delicados. Otra característica típica de los grabados del maestro japonés es que el papel brilla y nunca se imprime por completo. Esto confiere a los grabados en madera cierta ligereza y esbozo.
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