Página 1 / 1
Como miniaturista y grabador, Nicolas Robert fue un destacado pintor del periodo barroco. Robert centró su atención en la ilustración de la botánica. Nicolas Robert se especializó en el celo meticuloso por la imitación perfecta de la naturaleza, centrándose así en esta particularidad de la pintura barroca. Su extraordinario poder de observación, basado en su propia fascinación por la belleza de la naturaleza, le dio el talento decisivo para representar motivos de forma muy diferenciada y realista.
Con sus primeras obras, dedicadas principalmente a los motivos de especies florales, Nicolas Robert se ganó una creciente reputación. Sus ilustraciones en un libro, que el duque de Montausier había hecho para su futura esposa, ayudaron a Robert a alcanzar el grado de fama que iba a determinar su futuro trabajo artístico. Este libro atrajo la atención del Duque de Orleans, que le encargó una serie de pinturas de flores y le hizo llegar al rey francés Luis XIV. Esta circunstancia hizo que Nicolas Robert fuera contratado por el rey Luis XIV como pintor real de miniaturas, donde, por encargo real, inmortalizó en sus cuadros la fauna y la flora de los jardines reales. Imagínese el reto de pintar motivos en la corte real del deslumbrante Rey Sol, que rebosaba de esplendor y belleza y parecía casi sobrecargado de ostentación, que correspondían al afán de belleza y elegancia de la época y que también pretendían dejar atónitos y admirados a los espectadores mimados de la época. Sin embargo, Nicolas Robert estuvo a la altura del desafío, pues supo captar la belleza sencilla del mundo animal y, sobre todo, vegetal, de tal manera que la belleza sencilla que había surgido de la naturaleza se hizo presente.
Los famosos cuadros de Nicolas Robert de diversos tipos de flores son testigos de una riqueza de detalles que sólo puede hacer sospechar al espectador la dedicación con la que Robert se dedicó a este tema. También es llamativo que Robert diera a sus cuadros una dimensión especial con su elección de sombreado y colorido. De este modo, Nicolas Robert completaba sus obras con una profundidad espacial que subrayaba la sencilla belleza de la elegancia natural. Al estilo del Barroco, Robert escenifica sus representaciones de la flora como una perfecta imitación de la naturaleza. Así, el estilo realista de Robert despierta en el espectador la fascinación por la perfección de la gracia natural. Sus cuadros prácticamente retan al espectador a convertirse él mismo en un observador cercano y a descubrir y evaluar por sí mismo la riqueza de detalles de los motivos. Con sus obras, Nicolas Robert dejó a la posteridad un elogio a la modestia de la belleza natural.
Como miniaturista y grabador, Nicolas Robert fue un destacado pintor del periodo barroco. Robert centró su atención en la ilustración de la botánica. Nicolas Robert se especializó en el celo meticuloso por la imitación perfecta de la naturaleza, centrándose así en esta particularidad de la pintura barroca. Su extraordinario poder de observación, basado en su propia fascinación por la belleza de la naturaleza, le dio el talento decisivo para representar motivos de forma muy diferenciada y realista.
Con sus primeras obras, dedicadas principalmente a los motivos de especies florales, Nicolas Robert se ganó una creciente reputación. Sus ilustraciones en un libro, que el duque de Montausier había hecho para su futura esposa, ayudaron a Robert a alcanzar el grado de fama que iba a determinar su futuro trabajo artístico. Este libro atrajo la atención del Duque de Orleans, que le encargó una serie de pinturas de flores y le hizo llegar al rey francés Luis XIV. Esta circunstancia hizo que Nicolas Robert fuera contratado por el rey Luis XIV como pintor real de miniaturas, donde, por encargo real, inmortalizó en sus cuadros la fauna y la flora de los jardines reales. Imagínese el reto de pintar motivos en la corte real del deslumbrante Rey Sol, que rebosaba de esplendor y belleza y parecía casi sobrecargado de ostentación, que correspondían al afán de belleza y elegancia de la época y que también pretendían dejar atónitos y admirados a los espectadores mimados de la época. Sin embargo, Nicolas Robert estuvo a la altura del desafío, pues supo captar la belleza sencilla del mundo animal y, sobre todo, vegetal, de tal manera que la belleza sencilla que había surgido de la naturaleza se hizo presente.
Los famosos cuadros de Nicolas Robert de diversos tipos de flores son testigos de una riqueza de detalles que sólo puede hacer sospechar al espectador la dedicación con la que Robert se dedicó a este tema. También es llamativo que Robert diera a sus cuadros una dimensión especial con su elección de sombreado y colorido. De este modo, Nicolas Robert completaba sus obras con una profundidad espacial que subrayaba la sencilla belleza de la elegancia natural. Al estilo del Barroco, Robert escenifica sus representaciones de la flora como una perfecta imitación de la naturaleza. Así, el estilo realista de Robert despierta en el espectador la fascinación por la perfección de la gracia natural. Sus cuadros prácticamente retan al espectador a convertirse él mismo en un observador cercano y a descubrir y evaluar por sí mismo la riqueza de detalles de los motivos. Con sus obras, Nicolas Robert dejó a la posteridad un elogio a la modestia de la belleza natural.