Moses Haughton, artista cuyo apellido se escribía en ocasiones como Horton, dejó su impronta en la escena artística británica de finales del Renacimiento con su talento distintivo y su estética sensible. Nacido hacia 1734 y bautizado el 27 de marzo de 1735, la carrera artística de Haughton comenzó en la modesta localidad de Wednesbury, en Staffordshire, donde completó su formación como pintor de esmaltes en el taller de Hyla Holden. Su destino le llevó a Birmingham en 1761, ciudad considerada entonces la cuna de la Revolución Industrial. Allí trabajó para John Baskerville y Henry Clay, conocidas figuras de la escena artística, con quienes perfeccionó su oficio en productos esmaltados, lacados y de papel maché. Pero su viaje artístico no sólo le llevó por los talleres y estudios de sus mentores, sino también al paraíso del matrimonio. Se casó con Elizabeth Haughton (1741 - 13 de enero de 1816), una mujer cuyo apoyo sin duda le guió en su camino creativo. El punto de inflexión en la carrera de Haughton se produjo en 1809, cuando él y Samuel Lines fundaron la Life Academy en Peck Lane, una calle anodina cercana a la antigua Free Grammar School. Esta escuela vitalicia tuvo tanto éxito que pronto tuvo que trasladarse a un espacio más amplio en Union Passage. De esta notable institución surgió la prestigiosa Sociedad (Real) de Artistas de Birmingham en 1821.
La visión artística de Haughton era muy amplia e incluía retratos, naturalezas muertas y obras grabadas. Cabe destacar su retrato de Lady Louisa Tollemache, condesa de Dysart, y sus impresionantes bodegones de caza muerta. Además, Haughton fue un ilustrador dotado y dejó su impronta en una notable edición de la Biblia del siglo XVIII. A pesar de su reticencia y su carácter tranquilo, Haughton fue capaz de dejar un legado duradero en el mundo del arte. Su vida llegó a su fin el 24 de diciembre de 1804 en Ashted, a las afueras de Birmingham. Sin embargo, incluso muerto, su influencia siguió siendo apreciada: En la iglesia de San Felipe de Birmingham se erigió un monumento de mármol con su retrato, esculpido por Peter Rouw. Su legado perdura no sólo en sus grabados artísticos, que reproducimos con el mayor cuidado y atención al detalle, sino también en las obras de su hijo Matthew Haughton y su sobrino Moses Haughton el Joven, ambos artistas y grabadores. Cada una de las impresiones artísticas de Moses Haughton que creamos lleva la apasionada firma de este modesto pero brillante artista que dejó una huella significativa en la escena artística británica.
Moses Haughton, artista cuyo apellido se escribía en ocasiones como Horton, dejó su impronta en la escena artística británica de finales del Renacimiento con su talento distintivo y su estética sensible. Nacido hacia 1734 y bautizado el 27 de marzo de 1735, la carrera artística de Haughton comenzó en la modesta localidad de Wednesbury, en Staffordshire, donde completó su formación como pintor de esmaltes en el taller de Hyla Holden. Su destino le llevó a Birmingham en 1761, ciudad considerada entonces la cuna de la Revolución Industrial. Allí trabajó para John Baskerville y Henry Clay, conocidas figuras de la escena artística, con quienes perfeccionó su oficio en productos esmaltados, lacados y de papel maché. Pero su viaje artístico no sólo le llevó por los talleres y estudios de sus mentores, sino también al paraíso del matrimonio. Se casó con Elizabeth Haughton (1741 - 13 de enero de 1816), una mujer cuyo apoyo sin duda le guió en su camino creativo. El punto de inflexión en la carrera de Haughton se produjo en 1809, cuando él y Samuel Lines fundaron la Life Academy en Peck Lane, una calle anodina cercana a la antigua Free Grammar School. Esta escuela vitalicia tuvo tanto éxito que pronto tuvo que trasladarse a un espacio más amplio en Union Passage. De esta notable institución surgió la prestigiosa Sociedad (Real) de Artistas de Birmingham en 1821.
La visión artística de Haughton era muy amplia e incluía retratos, naturalezas muertas y obras grabadas. Cabe destacar su retrato de Lady Louisa Tollemache, condesa de Dysart, y sus impresionantes bodegones de caza muerta. Además, Haughton fue un ilustrador dotado y dejó su impronta en una notable edición de la Biblia del siglo XVIII. A pesar de su reticencia y su carácter tranquilo, Haughton fue capaz de dejar un legado duradero en el mundo del arte. Su vida llegó a su fin el 24 de diciembre de 1804 en Ashted, a las afueras de Birmingham. Sin embargo, incluso muerto, su influencia siguió siendo apreciada: En la iglesia de San Felipe de Birmingham se erigió un monumento de mármol con su retrato, esculpido por Peter Rouw. Su legado perdura no sólo en sus grabados artísticos, que reproducimos con el mayor cuidado y atención al detalle, sino también en las obras de su hijo Matthew Haughton y su sobrino Moses Haughton el Joven, ambos artistas y grabadores. Cada una de las impresiones artísticas de Moses Haughton que creamos lleva la apasionada firma de este modesto pero brillante artista que dejó una huella significativa en la escena artística británica.
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