Nacido el 30 de junio de 1749 en el idílico entorno de Breznica, en la Alta Carniola, comenzó la vida de Laurenz Janscha, notable pintor paisajista, artista de la veduta y grabador. Los humildes comienzos de Janscha, hijo del agricultor Matthias Janscha y de Lucia Debellak, le encaminaron por una senda artística que le condujo a la Academia de Grabado de Viena. En los magníficos salones de esta institución, aprendió las sutilezas del dibujo de paisajes bajo la tutela de Johann Christian Brand. Otro mentor que marcó su camino fue Franz Edmund Weirotter.
Alrededor del año 1780, Janscha comenzó a ampliar su repertorio para incluir la técnica del aguafuerte. Cinco años más tarde encontró su vocación al colaborar en la renombrada "Collection de 50 vues de la ville de Vienne" de la editorial vienesa Artaria. Aquí Janscha proporcionó modelos en acuarela para siete láminas, principalmente de paisajes, que se reproducen vívidamente en nuestras estampas artísticas. Sin embargo, fue la creación de vedute y vistas de los alrededores de Viena, así como de otros lugares, lo que ancló su nombre en la escena artística. Estas obras, a menudo publicadas como grabados en cobre o aguafuertes, encontraron un amplio público en diversas editoriales vienesas. En 1797, Janscha sucedió a Carl Philipp Schallhas como corrector en la clase de dibujo de paisaje de la Academia de Viena. Un hito en su carrera fue su nombramiento como director de la escuela de maestros tras la muerte de Friedrich August Brand en 1806. Sólo cinco años más tarde se le concedió el título de profesor en reconocimiento a su maestría artística y su contribución al mundo del arte.
Su vida privada fue igualmente notable. En 1786 Janscha encontró una cariñosa compañera en Theresia Rindfleisch, hija del fabricante de cajas de relojes Johann Michael Rindfleisch. A pesar de los retos y contratiempos que le deparó la vida, Janscha dibujó un mundo que, visto a través de sus ojos, era de una belleza y complejidad únicas. Esta visión se conserva vívidamente en las impresiones artísticas de alta calidad que hacemos de su obra. A través de su arte y de nuestros esfuerzos por reproducirlo con la máxima calidad, el talento único de Janscha y su pasión por la pintura de paisajes siguen vivos hoy en día.
Nacido el 30 de junio de 1749 en el idílico entorno de Breznica, en la Alta Carniola, comenzó la vida de Laurenz Janscha, notable pintor paisajista, artista de la veduta y grabador. Los humildes comienzos de Janscha, hijo del agricultor Matthias Janscha y de Lucia Debellak, le encaminaron por una senda artística que le condujo a la Academia de Grabado de Viena. En los magníficos salones de esta institución, aprendió las sutilezas del dibujo de paisajes bajo la tutela de Johann Christian Brand. Otro mentor que marcó su camino fue Franz Edmund Weirotter.
Alrededor del año 1780, Janscha comenzó a ampliar su repertorio para incluir la técnica del aguafuerte. Cinco años más tarde encontró su vocación al colaborar en la renombrada "Collection de 50 vues de la ville de Vienne" de la editorial vienesa Artaria. Aquí Janscha proporcionó modelos en acuarela para siete láminas, principalmente de paisajes, que se reproducen vívidamente en nuestras estampas artísticas. Sin embargo, fue la creación de vedute y vistas de los alrededores de Viena, así como de otros lugares, lo que ancló su nombre en la escena artística. Estas obras, a menudo publicadas como grabados en cobre o aguafuertes, encontraron un amplio público en diversas editoriales vienesas. En 1797, Janscha sucedió a Carl Philipp Schallhas como corrector en la clase de dibujo de paisaje de la Academia de Viena. Un hito en su carrera fue su nombramiento como director de la escuela de maestros tras la muerte de Friedrich August Brand en 1806. Sólo cinco años más tarde se le concedió el título de profesor en reconocimiento a su maestría artística y su contribución al mundo del arte.
Su vida privada fue igualmente notable. En 1786 Janscha encontró una cariñosa compañera en Theresia Rindfleisch, hija del fabricante de cajas de relojes Johann Michael Rindfleisch. A pesar de los retos y contratiempos que le deparó la vida, Janscha dibujó un mundo que, visto a través de sus ojos, era de una belleza y complejidad únicas. Esta visión se conserva vívidamente en las impresiones artísticas de alta calidad que hacemos de su obra. A través de su arte y de nuestros esfuerzos por reproducirlo con la máxima calidad, el talento único de Janscha y su pasión por la pintura de paisajes siguen vivos hoy en día.
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