El artista Konrad Magi nunca debe ser olvidado. Como ningún otro, el pintor supo absorber las corrientes y estilos internacionales y reflejarlos de forma desinhibida y muy personal. Con esta estrategia imaginativa, Magi consiguió penetrar en lo más profundo del paisaje y la pintura. En Estonia, su país natal, Konrad Magi está considerado un pionero de la pintura moderna. Al principio, el creador se preocupó por el impresionismo y el fauvismo. Pero en algún momento Magi se comprometió con el expresionismo. El nuevo movimiento artístico de principios del siglo XX atrajo extraordinariamente al artista. Le dio la oportunidad de rebelarse contra las normas anticuadas y de expresar mejor sus propios sentimientos internos. Eligió sus propias interpretaciones abstractas para sus pinturas de paisajes, así como para sus composiciones de figuras.
Pero este no fue en absoluto el final de su obra más artificial. Comenzó a trabajar con esquemas de color más tenues y, además de paisajes, ahora también pintaba cuadros florales y retratos. Durante un tiempo los Reyes Magos se instalaron en París. Allí conoció las obras de otros grandes artistas. En su casa de Estonia, el artista prefirió coger el pincel. En el silencio y la soledad de la naturaleza nórdica, Magi creó una multitud de enigmáticos cuadros de paisajes que le distinguieron como artista. Tanto los campos como las praderas bajo inquietas formaciones nubosas y sombrías carpas celestes eran su especialidad. Además, no le resultó difícil sumergir las costas, los lagos, las montañas y los bosques en una estética de colores casi psicodélica. En su trabajo creativo, Magi cayó en un trance. El creador sabía cómo activar tanto las emociones positivas como las negativas. En lugar de reproducir siempre el mundo real, Magi quería más bien captar su propio estado de ánimo.
Konrad Magi era muy popular en su Estonia natal. Sin embargo, en la escena internacional, este extraordinario artista pasó bastante desapercibido. Sin embargo, el mundo del arte actual se ha fijado en las brillantes obras del pintor. Finlandia y Dinamarca le dedican exposiciones. La asociación de arte GL STRAND presenta al público los legados contemporáneos. Al mismo tiempo, la personalidad de Konrad Magi se pone en evidencia. Se menciona que el pintor asistió a la escuela de la ciudad de Tartu y luego realizó un aprendizaje como carpintero. Tras licenciarse, Magi trabajó en una empresa de muebles. Al mismo tiempo, participó en cursos de dibujo en la Sociedad de Artistas Alemanes de Tartu. También le interesaba mucho el teatro, tocar el violín y varios deportes. Durante los disturbios de la revolución de 1905, Magi huyó a Helsinki. Allí entró en contacto con el círculo Noor-Eesti. En 1907, Konrad Magi estudió en una academia de arte libre en París. En los años siguientes, el artista estuvo varado en Noruega, Francia, Alemania y finalmente regresó a Estonia. Al principio trabajó como profesor de dibujo en varias escuelas hasta que finalmente se dedicó a la pintura.
El artista Konrad Magi nunca debe ser olvidado. Como ningún otro, el pintor supo absorber las corrientes y estilos internacionales y reflejarlos de forma desinhibida y muy personal. Con esta estrategia imaginativa, Magi consiguió penetrar en lo más profundo del paisaje y la pintura. En Estonia, su país natal, Konrad Magi está considerado un pionero de la pintura moderna. Al principio, el creador se preocupó por el impresionismo y el fauvismo. Pero en algún momento Magi se comprometió con el expresionismo. El nuevo movimiento artístico de principios del siglo XX atrajo extraordinariamente al artista. Le dio la oportunidad de rebelarse contra las normas anticuadas y de expresar mejor sus propios sentimientos internos. Eligió sus propias interpretaciones abstractas para sus pinturas de paisajes, así como para sus composiciones de figuras.
Pero este no fue en absoluto el final de su obra más artificial. Comenzó a trabajar con esquemas de color más tenues y, además de paisajes, ahora también pintaba cuadros florales y retratos. Durante un tiempo los Reyes Magos se instalaron en París. Allí conoció las obras de otros grandes artistas. En su casa de Estonia, el artista prefirió coger el pincel. En el silencio y la soledad de la naturaleza nórdica, Magi creó una multitud de enigmáticos cuadros de paisajes que le distinguieron como artista. Tanto los campos como las praderas bajo inquietas formaciones nubosas y sombrías carpas celestes eran su especialidad. Además, no le resultó difícil sumergir las costas, los lagos, las montañas y los bosques en una estética de colores casi psicodélica. En su trabajo creativo, Magi cayó en un trance. El creador sabía cómo activar tanto las emociones positivas como las negativas. En lugar de reproducir siempre el mundo real, Magi quería más bien captar su propio estado de ánimo.
Konrad Magi era muy popular en su Estonia natal. Sin embargo, en la escena internacional, este extraordinario artista pasó bastante desapercibido. Sin embargo, el mundo del arte actual se ha fijado en las brillantes obras del pintor. Finlandia y Dinamarca le dedican exposiciones. La asociación de arte GL STRAND presenta al público los legados contemporáneos. Al mismo tiempo, la personalidad de Konrad Magi se pone en evidencia. Se menciona que el pintor asistió a la escuela de la ciudad de Tartu y luego realizó un aprendizaje como carpintero. Tras licenciarse, Magi trabajó en una empresa de muebles. Al mismo tiempo, participó en cursos de dibujo en la Sociedad de Artistas Alemanes de Tartu. También le interesaba mucho el teatro, tocar el violín y varios deportes. Durante los disturbios de la revolución de 1905, Magi huyó a Helsinki. Allí entró en contacto con el círculo Noor-Eesti. En 1907, Konrad Magi estudió en una academia de arte libre en París. En los años siguientes, el artista estuvo varado en Noruega, Francia, Alemania y finalmente regresó a Estonia. Al principio trabajó como profesor de dibujo en varias escuelas hasta que finalmente se dedicó a la pintura.
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