En medio de la pintoresca campiña de Tournan-en-Brie, pequeña localidad cercana a París, Jules-Joseph Lefebvre vio la luz del día el 14 de marzo de 1834. Hijo de un panadero, no encontraría su camino en el mundo del centeno y el trigo, sino en el deslumbrante mundo del arte, al que su padre le animó en 1852. Lefebvre fue un maestro del retrato y del desnudo cuyas obras siguen cautivando al público de hoy en día.
La ciudad del amor, París, se convirtió en el hogar artístico de Lefebvre, donde dio sus primeros pasos artísticos de la mano de Léon Cogniet. Su talento le llevó a la prestigiosa École nationale supérieure des beaux-arts, donde siguió desarrollándose y finalmente presentó sus obras por primera vez en el Salón de París. La llamada de Italia, cuna del Renacimiento, atrajo a Lefebvre una vez finalizada su formación, donde, tras varios intentos, ganó el codiciado Prix de Rome con su obra maestra histórica "La muerte de Príamo".
Los años romanos de Lefebvre estuvieron marcados por un intenso estudio de los maestros del manierismo, especialmente de Andrea del Sarto. Su primer encuentro con la pintura de desnudos, que más tarde se convertiría en su firma, tuvo lugar durante este periodo. Pero su éxito inicial se vio ensombrecido por una profunda depresión que asoló a Lefebvre tras la muerte de sus padres y su hermana. De vuelta a París, reorientado y más centrado en el realismo, Lefebvre logra un gran avance con su segundo desnudo, que se expone en el Salón de París. El posterior reconocimiento por parte del mundo del arte y el éxito de su obra Truth le allanaron el camino para recibir el título de Oficial de la Legión de Honor y un prestigioso puesto de profesor en la Académie Julian.
En los años siguientes, Lefebvre produjo una serie de obras impresionantes, incluidos retratos y desnudos, que incluso cobran vida en grabados artísticos. Su producción artística, que abarcó cuatro décadas, se vio enriquecida por su hija Yvonne, Napoleón Eugenio Luis Bonaparte (Napoleón IV) y el escritor Alejandro Dumas. Su habilidad para plasmar la forma humana en el lienzo nos ha legado una serie de obras que inmortalizan la esencia de su arte y nos permiten conocer la vida y la obra de este notable artista.
En medio de la pintoresca campiña de Tournan-en-Brie, pequeña localidad cercana a París, Jules-Joseph Lefebvre vio la luz del día el 14 de marzo de 1834. Hijo de un panadero, no encontraría su camino en el mundo del centeno y el trigo, sino en el deslumbrante mundo del arte, al que su padre le animó en 1852. Lefebvre fue un maestro del retrato y del desnudo cuyas obras siguen cautivando al público de hoy en día.
La ciudad del amor, París, se convirtió en el hogar artístico de Lefebvre, donde dio sus primeros pasos artísticos de la mano de Léon Cogniet. Su talento le llevó a la prestigiosa École nationale supérieure des beaux-arts, donde siguió desarrollándose y finalmente presentó sus obras por primera vez en el Salón de París. La llamada de Italia, cuna del Renacimiento, atrajo a Lefebvre una vez finalizada su formación, donde, tras varios intentos, ganó el codiciado Prix de Rome con su obra maestra histórica "La muerte de Príamo".
Los años romanos de Lefebvre estuvieron marcados por un intenso estudio de los maestros del manierismo, especialmente de Andrea del Sarto. Su primer encuentro con la pintura de desnudos, que más tarde se convertiría en su firma, tuvo lugar durante este periodo. Pero su éxito inicial se vio ensombrecido por una profunda depresión que asoló a Lefebvre tras la muerte de sus padres y su hermana. De vuelta a París, reorientado y más centrado en el realismo, Lefebvre logra un gran avance con su segundo desnudo, que se expone en el Salón de París. El posterior reconocimiento por parte del mundo del arte y el éxito de su obra Truth le allanaron el camino para recibir el título de Oficial de la Legión de Honor y un prestigioso puesto de profesor en la Académie Julian.
En los años siguientes, Lefebvre produjo una serie de obras impresionantes, incluidos retratos y desnudos, que incluso cobran vida en grabados artísticos. Su producción artística, que abarcó cuatro décadas, se vio enriquecida por su hija Yvonne, Napoleón Eugenio Luis Bonaparte (Napoleón IV) y el escritor Alejandro Dumas. Su habilidad para plasmar la forma humana en el lienzo nos ha legado una serie de obras que inmortalizan la esencia de su arte y nos permiten conocer la vida y la obra de este notable artista.
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