En las sombras atmosféricas de la escena artística del Siglo de Oro español se esconde el recuerdo de un artista cuyas notables dotes arrojaron un suave resplandor sobre los pintores de bodegones de su época. Se trata de Juan de Zurbarán, nacido en una soleada mañana de junio de 1620 en la pintoresca Llerena (Badajoz) y fallecido trágicamente en Sevilla el 8 de junio de 1649. Juan era hijo del importante pintor español Francisco de Zurbaran y de su primera esposa María Páez. Tras la temprana muerte de María, cuando Juan sólo tenía tres años, creció con sus dos hermanas, María e Isabel Paula, bajo los cariñosos cuidados de Beatriz de Morales, la segunda esposa de su padre. Bajo la experta dirección de su padre, Juan aprendió a conocer y amar la pintura. A finales de la década de 1630 ya se había consolidado como artista por derecho propio y a los 19 años realizó su primer cuadro firmado: un bodegón con uvas, que actualmente se encuentra en una colección privada de Burdeos.
Poco más de un año después de terminar esta obra, Juan se casó con Mariana de Quadros, hija de un acaudalado procurador de la jurisdicción real de Sevilla. Del matrimonio nacieron al menos dos hijos, Francisco Máximo y Antonia. A pesar del innegable talento del joven pintor y de sus conocimientos y sofisticación, su vida acabó en una desastrosa epidemia de peste que asoló Sevilla y acabó con la vida de Juan con sólo 29 años. Su muerte puso fin a una prometedora carrera artística. La estampa que le ofrecemos de Juan de Zurbarán revive la belleza y brillantez únicas de sus obras. Zurbarán, uno de los mejores y más originales pintores de bodegones de su época, creó principalmente imágenes de frutas y porcelana, y sus obras eran famosas por su sorprendente calidad. Zurbarán perfeccionó la habilidad de pintar diferentes texturas de superficie, como el brillo de las planchas de metal, la sutil textura de la porcelana, la estética rústica de la cerámica y los vibrantes colores y formas de la fruta. Esta magistral habilidad se expresa en cada una de las impresiones artísticas que reproducimos.
Nuestra misión es honrar esta extraordinaria visión artística y mantener vivo el espíritu de Juan de Zurbarán a través de nuestras impresiones artísticas de alta calidad. En la producción de estas impresiones, nos esforzamos por hacer justicia a la notable atención al detalle y a la asombrosa técnica que caracteriza las obras de Zurbarán. Esperamos que estas estampas enciendan el fuego del entusiasmo por la obra de Zurbarán y hagan accesible su arte a una nueva generación de amantes del arte. Tenemos el privilegio de invitarle a detenerse un momento y disfrutar de la sutil belleza de la obra de Zurbarán en nuestras estampas. Sumérjase en el fascinante mundo de Juan de Zurbarán, un maestro cuyo distintivo arte sigue inspirando y deleitando al mundo.
En las sombras atmosféricas de la escena artística del Siglo de Oro español se esconde el recuerdo de un artista cuyas notables dotes arrojaron un suave resplandor sobre los pintores de bodegones de su época. Se trata de Juan de Zurbarán, nacido en una soleada mañana de junio de 1620 en la pintoresca Llerena (Badajoz) y fallecido trágicamente en Sevilla el 8 de junio de 1649. Juan era hijo del importante pintor español Francisco de Zurbaran y de su primera esposa María Páez. Tras la temprana muerte de María, cuando Juan sólo tenía tres años, creció con sus dos hermanas, María e Isabel Paula, bajo los cariñosos cuidados de Beatriz de Morales, la segunda esposa de su padre. Bajo la experta dirección de su padre, Juan aprendió a conocer y amar la pintura. A finales de la década de 1630 ya se había consolidado como artista por derecho propio y a los 19 años realizó su primer cuadro firmado: un bodegón con uvas, que actualmente se encuentra en una colección privada de Burdeos.
Poco más de un año después de terminar esta obra, Juan se casó con Mariana de Quadros, hija de un acaudalado procurador de la jurisdicción real de Sevilla. Del matrimonio nacieron al menos dos hijos, Francisco Máximo y Antonia. A pesar del innegable talento del joven pintor y de sus conocimientos y sofisticación, su vida acabó en una desastrosa epidemia de peste que asoló Sevilla y acabó con la vida de Juan con sólo 29 años. Su muerte puso fin a una prometedora carrera artística. La estampa que le ofrecemos de Juan de Zurbarán revive la belleza y brillantez únicas de sus obras. Zurbarán, uno de los mejores y más originales pintores de bodegones de su época, creó principalmente imágenes de frutas y porcelana, y sus obras eran famosas por su sorprendente calidad. Zurbarán perfeccionó la habilidad de pintar diferentes texturas de superficie, como el brillo de las planchas de metal, la sutil textura de la porcelana, la estética rústica de la cerámica y los vibrantes colores y formas de la fruta. Esta magistral habilidad se expresa en cada una de las impresiones artísticas que reproducimos.
Nuestra misión es honrar esta extraordinaria visión artística y mantener vivo el espíritu de Juan de Zurbarán a través de nuestras impresiones artísticas de alta calidad. En la producción de estas impresiones, nos esforzamos por hacer justicia a la notable atención al detalle y a la asombrosa técnica que caracteriza las obras de Zurbarán. Esperamos que estas estampas enciendan el fuego del entusiasmo por la obra de Zurbarán y hagan accesible su arte a una nueva generación de amantes del arte. Tenemos el privilegio de invitarle a detenerse un momento y disfrutar de la sutil belleza de la obra de Zurbarán en nuestras estampas. Sumérjase en el fascinante mundo de Juan de Zurbarán, un maestro cuyo distintivo arte sigue inspirando y deleitando al mundo.
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