A finales del siglo XIX, la pequeña ciudad de Hronov, en la entonces Austria-Hungría, marcó el inicio de una extraordinaria carrera artística. El 23 de marzo de 1887 nació Josef Čapek, que dejaría su impronta en el mundo del arte no solo como pintor y escritor, sino también como fotógrafo, escenógrafo e ilustrador de libros. En estrecha colaboración con su hermano Karel Capek, desempeñó un papel fundamental en la configuración de la vida cultural y política de Checoslovaquia en las décadas de 1920 y 1930. Con su trabajo periodístico apoyaron la joven democracia de su país e incluso cultivaron una amistad personal con el entonces Presidente de Checoslovaquia, Tomáš Garrigue Masaryk. Tras completar un aprendizaje como tejedor, Josef Čapek decidió seguir su vena creativa y comenzó a estudiar en la Escuela de Artes Aplicadas de Praga en 1904. Unos años más tarde, junto con su hermano Karel, se trasladó a París, el corazón del arte europeo. Allí Josef se dio a conocer no sólo por sus primeras publicaciones literarias, que incluían escritos sobre teoría del arte y guiones cinematográficos, sino también por su trabajo como pintor. Desarrolló una concepción específica del cubismo que retomaba elementos del arte popular checo. Con su imaginación y su estilo único, Josef Čapek unió el cubismo y las artes aplicadas como pocos artistas lo habían hecho antes que él. Ya fuera en sus pinturas, diseños, esculturas o dibujos, Josef Čapek sabía cómo presentar sus visiones de una manera única.
Tras la Primera Guerra Mundial, Čapek regresó a Praga con su esposa Jarmila y su hija Alena. Se encontró en un mundo dinámico y en constante cambio, y su arte reflejó estos cambios. Incluso cuando las oscuras nubes de la Segunda Guerra Mundial se cernían sobre Europa, Čapek siguió siendo un incansable defensor del arte y la democracia. Utilizó sus habilidades como dibujante para advertir de la inminente amenaza de guerra y denunciar la propaganda del nacionalsocialismo. Sin embargo, en medio del caos y la incertidumbre que caracterizaron las décadas de 1930 y 1940, Josef Čapek siempre consiguió crear rayos de esperanza. Junto con su hermano Karel, siguió publicando textos literarios, incluidos dramas y cuentos. También encontró inspiración en el mundo de su hija Alena para una serie de libros infantiles, a cuyos textos contribuyó Karel. Sus historias de guau y miau tuvieron un gran éxito y siguen siendo populares hoy en día. En estos dibujos se puede apreciar todo el espectro del talento de Čapek y su profunda comprensión de la naturaleza y el espíritu humanos.
Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Josef Čapek fue detenido el 9 de septiembre de 1939 por sus críticas al nacionalsocialismo y deportado a varios campos de concentración. En medio de los horrores de la guerra, aún encontró fuerzas para practicar su arte y nos dejó algunos poemas que escribió en el campo de concentración de Sachsenhausen. El 12 de abril de 1945, sólo tres días antes de la liberación del campo, Josef Čapek fue asesinado en Bergen-Belsen. Hoy nos enorgullece continuar el legado de Josef Čapek reproduciendo sus obras de arte en impresiones artísticas de la más alta calidad. Cada obra es un homenaje al talento de Čapek, a su incansable pasión por el arte y a su compromiso con la libertad y la democracia. En cada obra sentimos el poder de sus visiones, que siguen inspirándonos hoy y nos animan a ver el mundo con los ojos abiertos y a buscar siempre la luz en la oscuridad.
A finales del siglo XIX, la pequeña ciudad de Hronov, en la entonces Austria-Hungría, marcó el inicio de una extraordinaria carrera artística. El 23 de marzo de 1887 nació Josef Čapek, que dejaría su impronta en el mundo del arte no solo como pintor y escritor, sino también como fotógrafo, escenógrafo e ilustrador de libros. En estrecha colaboración con su hermano Karel Capek, desempeñó un papel fundamental en la configuración de la vida cultural y política de Checoslovaquia en las décadas de 1920 y 1930. Con su trabajo periodístico apoyaron la joven democracia de su país e incluso cultivaron una amistad personal con el entonces Presidente de Checoslovaquia, Tomáš Garrigue Masaryk. Tras completar un aprendizaje como tejedor, Josef Čapek decidió seguir su vena creativa y comenzó a estudiar en la Escuela de Artes Aplicadas de Praga en 1904. Unos años más tarde, junto con su hermano Karel, se trasladó a París, el corazón del arte europeo. Allí Josef se dio a conocer no sólo por sus primeras publicaciones literarias, que incluían escritos sobre teoría del arte y guiones cinematográficos, sino también por su trabajo como pintor. Desarrolló una concepción específica del cubismo que retomaba elementos del arte popular checo. Con su imaginación y su estilo único, Josef Čapek unió el cubismo y las artes aplicadas como pocos artistas lo habían hecho antes que él. Ya fuera en sus pinturas, diseños, esculturas o dibujos, Josef Čapek sabía cómo presentar sus visiones de una manera única.
Tras la Primera Guerra Mundial, Čapek regresó a Praga con su esposa Jarmila y su hija Alena. Se encontró en un mundo dinámico y en constante cambio, y su arte reflejó estos cambios. Incluso cuando las oscuras nubes de la Segunda Guerra Mundial se cernían sobre Europa, Čapek siguió siendo un incansable defensor del arte y la democracia. Utilizó sus habilidades como dibujante para advertir de la inminente amenaza de guerra y denunciar la propaganda del nacionalsocialismo. Sin embargo, en medio del caos y la incertidumbre que caracterizaron las décadas de 1930 y 1940, Josef Čapek siempre consiguió crear rayos de esperanza. Junto con su hermano Karel, siguió publicando textos literarios, incluidos dramas y cuentos. También encontró inspiración en el mundo de su hija Alena para una serie de libros infantiles, a cuyos textos contribuyó Karel. Sus historias de guau y miau tuvieron un gran éxito y siguen siendo populares hoy en día. En estos dibujos se puede apreciar todo el espectro del talento de Čapek y su profunda comprensión de la naturaleza y el espíritu humanos.
Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Josef Čapek fue detenido el 9 de septiembre de 1939 por sus críticas al nacionalsocialismo y deportado a varios campos de concentración. En medio de los horrores de la guerra, aún encontró fuerzas para practicar su arte y nos dejó algunos poemas que escribió en el campo de concentración de Sachsenhausen. El 12 de abril de 1945, sólo tres días antes de la liberación del campo, Josef Čapek fue asesinado en Bergen-Belsen. Hoy nos enorgullece continuar el legado de Josef Čapek reproduciendo sus obras de arte en impresiones artísticas de la más alta calidad. Cada obra es un homenaje al talento de Čapek, a su incansable pasión por el arte y a su compromiso con la libertad y la democracia. En cada obra sentimos el poder de sus visiones, que siguen inspirándonos hoy y nos animan a ver el mundo con los ojos abiertos y a buscar siempre la luz en la oscuridad.
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