El artista francés Henri Lebasque fue un conocido pintor del postimpresionismo, que fascina con sus coloridos cuadros de paisajes y con sus sensuales pinturas de mujeres.
Nació en Champigné en 1865 y abandonó su hogar a los 20 años para estudiar en la École des Beaux Arts de París. Allí estudió con Léon Bonnat, a cuyo estudio se incorporó tras graduarse. Posteriormente participó en numerosas exposiciones y continuó desarrollando su estilo pictórico. Inspirados por un viaje al sur de Francia, en sus cuadros predominan ahora los colores vivos y los juegos de luz. Lebasque quedó tan fascinado por el paisaje del sur de Francia que la pequeña ciudad de Le Cannet, cerca de Cannes, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, se convirtió en su residencia de verano. La ligereza que experimentó aquí es evidente en sus motivos, que ahora incluyen costas, playas y bañistas. También pintó numerosos desnudos, que irradian una atmósfera veraniega y familiar.
En 1924 se traslada definitivamente a Le Cannet, donde vive recluido y continúa dedicándose a su arte. Su entusiasmo por los colores y las formas hace que sus cuadros resplandezcan y así Lebasque se convierte en el "pintor de la alegría y la luz". Henri Lebasque muere en su país de adopción en 1937.
El artista francés Henri Lebasque fue un conocido pintor del postimpresionismo, que fascina con sus coloridos cuadros de paisajes y con sus sensuales pinturas de mujeres.
Nació en Champigné en 1865 y abandonó su hogar a los 20 años para estudiar en la École des Beaux Arts de París. Allí estudió con Léon Bonnat, a cuyo estudio se incorporó tras graduarse. Posteriormente participó en numerosas exposiciones y continuó desarrollando su estilo pictórico. Inspirados por un viaje al sur de Francia, en sus cuadros predominan ahora los colores vivos y los juegos de luz. Lebasque quedó tan fascinado por el paisaje del sur de Francia que la pequeña ciudad de Le Cannet, cerca de Cannes, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, se convirtió en su residencia de verano. La ligereza que experimentó aquí es evidente en sus motivos, que ahora incluyen costas, playas y bañistas. También pintó numerosos desnudos, que irradian una atmósfera veraniega y familiar.
En 1924 se traslada definitivamente a Le Cannet, donde vive recluido y continúa dedicándose a su arte. Su entusiasmo por los colores y las formas hace que sus cuadros resplandezcan y así Lebasque se convierte en el "pintor de la alegría y la luz". Henri Lebasque muere en su país de adopción en 1937.
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