Con el paso del siglo XIX al XX, Europa vivió una época en la que se produjeron muchos momentos históricos desde el punto de vista político y social. El artista holandés Frédéric de Haenen fue uno de los ilustradores más prolíficos de la época y tuvo el privilegio de participar en muchos de estos momentos especiales. Frédéric de Haenen nació en Utrecht. Se sabe poco sobre la época de su formación. De Haenen apareció por primera vez como artista en 1886. El holandés participó en una exposición de blanco y negro y recibió la medalla de bronce por su dibujo. Dos años después, Frédéric empezó a trabajar para la revista francesa L'Illustration. Esta asociación acompañará a Frédéric durante treinta años de su vida.
La vida de Frédéric de Haenen se caracteriza por una extraordinaria cantidad de viajes. A los 47 años se traslada a Londres y trabaja como ilustrador para diversas revistas. Frédéric se convierte en corresponsal en África y viaja a África Central. Como ilustrador, informa sobre los tiempos de la colonización. Captura instantáneas y termina litografías detalladas que son expresivas y transmiten estados de ánimo. Frédéric de Haenen no trabaja con unos pocos trazos, no insinúa. Sus obras son extractos que un fotógrafo no podría haber captado de otra manera. El artista visita Rusia y recorre el país hasta el lejano paisaje de Siberia. También en este caso, su meticulosidad en la representación es evidente.
Sus contemporáneos y colegas describieron al artista como una persona a la que le gustaba retirarse. En sus memorias, su colega francés Ernest Clair-Guyot habla de su colaboración con Frederic de Haenen
Con el paso del siglo XIX al XX, Europa vivió una época en la que se produjeron muchos momentos históricos desde el punto de vista político y social. El artista holandés Frédéric de Haenen fue uno de los ilustradores más prolíficos de la época y tuvo el privilegio de participar en muchos de estos momentos especiales. Frédéric de Haenen nació en Utrecht. Se sabe poco sobre la época de su formación. De Haenen apareció por primera vez como artista en 1886. El holandés participó en una exposición de blanco y negro y recibió la medalla de bronce por su dibujo. Dos años después, Frédéric empezó a trabajar para la revista francesa L'Illustration. Esta asociación acompañará a Frédéric durante treinta años de su vida.
La vida de Frédéric de Haenen se caracteriza por una extraordinaria cantidad de viajes. A los 47 años se traslada a Londres y trabaja como ilustrador para diversas revistas. Frédéric se convierte en corresponsal en África y viaja a África Central. Como ilustrador, informa sobre los tiempos de la colonización. Captura instantáneas y termina litografías detalladas que son expresivas y transmiten estados de ánimo. Frédéric de Haenen no trabaja con unos pocos trazos, no insinúa. Sus obras son extractos que un fotógrafo no podría haber captado de otra manera. El artista visita Rusia y recorre el país hasta el lejano paisaje de Siberia. También en este caso, su meticulosidad en la representación es evidente.
Sus contemporáneos y colegas describieron al artista como una persona a la que le gustaba retirarse. En sus memorias, su colega francés Ernest Clair-Guyot habla de su colaboración con Frederic de Haenen
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