Francisco de Goya fue un pintor español de los siglos XVIII y XIX. Completó una educación artística y tuvo una carrera en la corte como objetivo. Así, de Goya, que todavía era un desconocido en aquella época, trabajó para conseguir su sueño hasta que finalmente fue nombrado pintor del rey, entre otros. Unos años más tarde, el artista sufrió un grave derrame cerebral que le hizo perder la audición. Sin embargo, este drástico acontecimiento no tuvo un impacto negativo en su carrera y siguió siendo el retratista más solicitado de la corte. Más tarde, Francisco de Goya se vio obligado a emigrar a Burdeos porque sufría persecución política. La razón fue que sus dibujos de la guerra, que incluían retratos muy críticos de la iglesia y el poder real, causaron indignación.
En cuanto al estilo del artista, en sus cuadros se aprecia que se inspiró en muchos estilos artísticos diferentes, lo que hace imposible clasificar su estilo con precisión. Sin embargo, comenzó su carrera predominantemente con pinturas que pueden clasificarse como rococó. Así, estos cuadros se caracterizaban por la alegría, la elegancia y el juego. Tras su enfermedad, su estilo cambió enormemente, de modo que en lugar de los habituales motivos alegres, aparecieron de repente en sus cuadros figuras sombrías y fantasmales y colores más oscuros. Esto se explica, entre otras cosas, porque el pintor tenía una percepción sensorial alterada debido a su sordera y, por tanto, percibía su entorno de forma más crítica. En las siguientes obras, todavía se puede reconocer una gran variedad de estilos. En su pintura de retratos, de Goya rompe completamente con las representaciones convencionales y transmite en ellos una ligereza y una apertura.
De Goya era, por su forma de pensar, un artista muy progresista y moderno en su época. Esto también puede verse en los temas, que a menudo también se centran en cuestiones políticas o socialmente críticas. En aquella época, el arte todavía se entendía como un oficio, lo que significa también que los artistas de la época trabajaban según órdenes, lo que no se ve con de Goya. Pintó muchos cuadros por libre elección y para ilustrar una actitud personal. Como ejemplo de ello, se puede tomar el famoso cuadro "El fusilamiento de los insurgentes el 3 de mayo de 1808", en el que representa la agitación política de forma muy crítica. En este cuadro también se puede ver otra característica del artista. De Goya solía ser provocador con sus cuadros, no sólo en un sentido político, sino también en un contexto social. En este contexto, el cuadro "La maya desnuda" no sólo fue una provocación, sino también una obra revolucionaria. En su momento, este cuadro fue la primera pintura de desnudo en el arte español y fue visto por mucha gente como una ruptura con la tradición. A pesar de las críticas que recibió el artista en su momento, los aspectos que se criticaron son precisamente los que finalmente hicieron a de Goya y lo convirtieron en un artista revolucionario en su época.
Francisco de Goya fue un pintor español de los siglos XVIII y XIX. Completó una educación artística y tuvo una carrera en la corte como objetivo. Así, de Goya, que todavía era un desconocido en aquella época, trabajó para conseguir su sueño hasta que finalmente fue nombrado pintor del rey, entre otros. Unos años más tarde, el artista sufrió un grave derrame cerebral que le hizo perder la audición. Sin embargo, este drástico acontecimiento no tuvo un impacto negativo en su carrera y siguió siendo el retratista más solicitado de la corte. Más tarde, Francisco de Goya se vio obligado a emigrar a Burdeos porque sufría persecución política. La razón fue que sus dibujos de la guerra, que incluían retratos muy críticos de la iglesia y el poder real, causaron indignación.
En cuanto al estilo del artista, en sus cuadros se aprecia que se inspiró en muchos estilos artísticos diferentes, lo que hace imposible clasificar su estilo con precisión. Sin embargo, comenzó su carrera predominantemente con pinturas que pueden clasificarse como rococó. Así, estos cuadros se caracterizaban por la alegría, la elegancia y el juego. Tras su enfermedad, su estilo cambió enormemente, de modo que en lugar de los habituales motivos alegres, aparecieron de repente en sus cuadros figuras sombrías y fantasmales y colores más oscuros. Esto se explica, entre otras cosas, porque el pintor tenía una percepción sensorial alterada debido a su sordera y, por tanto, percibía su entorno de forma más crítica. En las siguientes obras, todavía se puede reconocer una gran variedad de estilos. En su pintura de retratos, de Goya rompe completamente con las representaciones convencionales y transmite en ellos una ligereza y una apertura.
De Goya era, por su forma de pensar, un artista muy progresista y moderno en su época. Esto también puede verse en los temas, que a menudo también se centran en cuestiones políticas o socialmente críticas. En aquella época, el arte todavía se entendía como un oficio, lo que significa también que los artistas de la época trabajaban según órdenes, lo que no se ve con de Goya. Pintó muchos cuadros por libre elección y para ilustrar una actitud personal. Como ejemplo de ello, se puede tomar el famoso cuadro "El fusilamiento de los insurgentes el 3 de mayo de 1808", en el que representa la agitación política de forma muy crítica. En este cuadro también se puede ver otra característica del artista. De Goya solía ser provocador con sus cuadros, no sólo en un sentido político, sino también en un contexto social. En este contexto, el cuadro "La maya desnuda" no sólo fue una provocación, sino también una obra revolucionaria. En su momento, este cuadro fue la primera pintura de desnudo en el arte español y fue visto por mucha gente como una ruptura con la tradición. A pesar de las críticas que recibió el artista en su momento, los aspectos que se criticaron son precisamente los que finalmente hicieron a de Goya y lo convirtieron en un artista revolucionario en su época.
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