Enrique Simonet fue un pintor español que obtuvo reconocimiento internacional con temas religiosos y extranjeros en una mezcla de impresionismo y realismo. Enrique Simonet abandonó muy pronto la vocación religiosa en favor de la pintura. Sus estudios, iniciados en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos en su Valencia natal, le llevaron al taller de Bernardo Ferrándiz en Málaga, en el círculo de la relativamente recién fundada Escuela malagueña de pintura. En 1887 obtuvo una beca en Roma, donde creó una de sus obras más famosas, La anatomía del corazón, o La anatomía para abreviar, en 1890. Emprendió varios viajes: por Italia, varias veces a París y en 1890 por el Mediterráneo e incluso a Tierra Santa. Los años 1893 y 1894 le llevaron a Marruecos como corresponsal de la revista La Ilustración Española Americana.
El horizonte de experiencias de Enrique Simonet se refleja en su obra. Ejemplos destacados de temas religiosos son La decapitación de San Pablo, de 1887, Una cabeza de Jesús, de 1891, y Flevit super illam, escrita bajo la impresión del viaje a Tierra Santa en 1892. En 1896, La danza de los velos da testimonio de la influencia que ejercieron en él sus estancias en Marruecos. En 1897, retomó un tema español con El Quite, concretamente el momento posterior a la corrida en el que dos toreros intentan salvar a su compañero caído. No sólo en esta obra, sino, en particular, ya en La decapitación de San Pablo y Anatomía del corazón, es evidente una predilección por lo drástico que, a pesar de la expresión impresionista, no oculta nada. Aquí se puede ver la influencia de la Escuela de Málaga, que perseguía un realismo adaptado a la burguesía rica sin un componente social. Además, también tenía preferencia por las representaciones de paisajes.
La obra de Simonet tocó la fibra sensible de la época. Flevit super illam obtuvo varios premios: en Madrid en 1892, en Chicago en 1893, en Barcelona en 1896 y en París en 1900. El reconocimiento internacional le valió la cátedra de estudios de las formas de la naturaleza y el arte en la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi de Barcelona en 1901. En 1921 y 1922 fue director de la Residencia de Pintores de Paisaje en el antiguo monasterio de El Paular y ocupó una cátedra en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid, donde falleció el 20 de abril de 1927. Su fama en vida fue rápidamente olvidada. Hoy en día, Simonet es más recordado por sus representaciones más drásticas de la Decapitación de San Pablo y la Anatomía del Corazón.
Enrique Simonet fue un pintor español que obtuvo reconocimiento internacional con temas religiosos y extranjeros en una mezcla de impresionismo y realismo. Enrique Simonet abandonó muy pronto la vocación religiosa en favor de la pintura. Sus estudios, iniciados en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos en su Valencia natal, le llevaron al taller de Bernardo Ferrándiz en Málaga, en el círculo de la relativamente recién fundada Escuela malagueña de pintura. En 1887 obtuvo una beca en Roma, donde creó una de sus obras más famosas, La anatomía del corazón, o La anatomía para abreviar, en 1890. Emprendió varios viajes: por Italia, varias veces a París y en 1890 por el Mediterráneo e incluso a Tierra Santa. Los años 1893 y 1894 le llevaron a Marruecos como corresponsal de la revista La Ilustración Española Americana.
El horizonte de experiencias de Enrique Simonet se refleja en su obra. Ejemplos destacados de temas religiosos son La decapitación de San Pablo, de 1887, Una cabeza de Jesús, de 1891, y Flevit super illam, escrita bajo la impresión del viaje a Tierra Santa en 1892. En 1896, La danza de los velos da testimonio de la influencia que ejercieron en él sus estancias en Marruecos. En 1897, retomó un tema español con El Quite, concretamente el momento posterior a la corrida en el que dos toreros intentan salvar a su compañero caído. No sólo en esta obra, sino, en particular, ya en La decapitación de San Pablo y Anatomía del corazón, es evidente una predilección por lo drástico que, a pesar de la expresión impresionista, no oculta nada. Aquí se puede ver la influencia de la Escuela de Málaga, que perseguía un realismo adaptado a la burguesía rica sin un componente social. Además, también tenía preferencia por las representaciones de paisajes.
La obra de Simonet tocó la fibra sensible de la época. Flevit super illam obtuvo varios premios: en Madrid en 1892, en Chicago en 1893, en Barcelona en 1896 y en París en 1900. El reconocimiento internacional le valió la cátedra de estudios de las formas de la naturaleza y el arte en la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi de Barcelona en 1901. En 1921 y 1922 fue director de la Residencia de Pintores de Paisaje en el antiguo monasterio de El Paular y ocupó una cátedra en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid, donde falleció el 20 de abril de 1927. Su fama en vida fue rápidamente olvidada. Hoy en día, Simonet es más recordado por sus representaciones más drásticas de la Decapitación de San Pablo y la Anatomía del Corazón.
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