Los lazos familiares de Dion Clayton Calthrop estaban, sin exagerar, impregnados de talento artístico. Su padre era comediante y su madre era una actriz estadounidense e hija de un escritor. El hermano de Dion prefería trabajar entre bastidores y velar por el bienestar de los actores. Una familia aparentemente rebosante de creatividad y que no se ajusta necesariamente a las convenciones burguesas. La época victoriana modernizó la sociedad británica y cambió moderadamente la mentalidad rígida y conservadora. La carrera de los hijos de una familia seguía estando determinada por la posición social de la misma. Por lo tanto, Dion Clayton Calthrop tuvo una cornucopia de oportunidades para dedicarse profesionalmente. Estudió en la recién fundada escuela de arte St. John's Wood, en el norte de Londres, y más tarde intensificó sus estudios en París. Poco después de terminar sus estudios, ya era un pintor e ilustrador muy solicitado. Calthrop recurrió a su talento y libertad artística. Además del arte, se dedicó a la literatura y comenzó a escribir.
En los jóvenes años del siglo XX, Dion Clayton Calthrop se hizo un nombre como ensayista, novelista y dramaturgo. Durante este periodo publicó numerosos libros, que ilustró con su propia mano. El aire teatral le era familiar desde su más tierna infancia, por lo que Dion escribió obras de teatro, completándolas con el diseño de los decorados. Dion realizó los diseños de vestuario con un gran conocimiento de la historia y un alto grado de autenticidad. Organizados por épocas, los diseños de los modelos estaban destinados a ser publicados. Un siglo después, aparecen nuevas ediciones de estas obras con una popularidad renovada. El valor histórico de los dibujos de los trajes se considera excepcionalmente alto y por eso se hacen reproducciones de los libros leídos. Lo que hace que las ediciones sean especiales es la apreciación visible de los lectores de hace cien años, que se traslada a las nuevas ediciones. En los libros aparecen pequeñas notas o marcas marginales de los primeros lectores.
Dion Clayton Calthrop era un artista muy ocupado. Hubo periodos de su vida en los que dirigió simultáneamente los ensayos de varias obras de teatro. De este modo, deleitó al fiel público londinense con la misma intensidad con la que trató de ganarse a los amantes del teatro en Nueva York. Cumplió con facilidad las expectativas de sus lectores y trabajó con constancia en nuevas historias e ilustraciones imaginativas. Calthrop era un artista rebosante de ideas y creatividad. Rara vez se permitió un momento de descanso y deja tras de sí una obra extraordinariamente extensa y con muchas facetas. El último libro del artista fue una autobiografía que describe toda su vida.
Los lazos familiares de Dion Clayton Calthrop estaban, sin exagerar, impregnados de talento artístico. Su padre era comediante y su madre era una actriz estadounidense e hija de un escritor. El hermano de Dion prefería trabajar entre bastidores y velar por el bienestar de los actores. Una familia aparentemente rebosante de creatividad y que no se ajusta necesariamente a las convenciones burguesas. La época victoriana modernizó la sociedad británica y cambió moderadamente la mentalidad rígida y conservadora. La carrera de los hijos de una familia seguía estando determinada por la posición social de la misma. Por lo tanto, Dion Clayton Calthrop tuvo una cornucopia de oportunidades para dedicarse profesionalmente. Estudió en la recién fundada escuela de arte St. John's Wood, en el norte de Londres, y más tarde intensificó sus estudios en París. Poco después de terminar sus estudios, ya era un pintor e ilustrador muy solicitado. Calthrop recurrió a su talento y libertad artística. Además del arte, se dedicó a la literatura y comenzó a escribir.
En los jóvenes años del siglo XX, Dion Clayton Calthrop se hizo un nombre como ensayista, novelista y dramaturgo. Durante este periodo publicó numerosos libros, que ilustró con su propia mano. El aire teatral le era familiar desde su más tierna infancia, por lo que Dion escribió obras de teatro, completándolas con el diseño de los decorados. Dion realizó los diseños de vestuario con un gran conocimiento de la historia y un alto grado de autenticidad. Organizados por épocas, los diseños de los modelos estaban destinados a ser publicados. Un siglo después, aparecen nuevas ediciones de estas obras con una popularidad renovada. El valor histórico de los dibujos de los trajes se considera excepcionalmente alto y por eso se hacen reproducciones de los libros leídos. Lo que hace que las ediciones sean especiales es la apreciación visible de los lectores de hace cien años, que se traslada a las nuevas ediciones. En los libros aparecen pequeñas notas o marcas marginales de los primeros lectores.
Dion Clayton Calthrop era un artista muy ocupado. Hubo periodos de su vida en los que dirigió simultáneamente los ensayos de varias obras de teatro. De este modo, deleitó al fiel público londinense con la misma intensidad con la que trató de ganarse a los amantes del teatro en Nueva York. Cumplió con facilidad las expectativas de sus lectores y trabajó con constancia en nuevas historias e ilustraciones imaginativas. Calthrop era un artista rebosante de ideas y creatividad. Rara vez se permitió un momento de descanso y deja tras de sí una obra extraordinariamente extensa y con muchas facetas. El último libro del artista fue una autobiografía que describe toda su vida.
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