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Baldassare Tommaso Peruzzi, nombre notable en la historia de la arquitectura y la pintura italianas, pasó sus primeros años en Ancaiano, pequeña localidad cercana a Siena, donde nació el 7 de marzo de 1481. Su labor creativa le llevó finalmente a la Ciudad Eterna de Roma, donde trabajó codo con codo con grandes maestros como Donato Bramante, Rafael y, más tarde, Sangallo en la construcción de la nueva basílica de San Pedro. Pero cuando en 1527 se desataron las tormentas del saqueo de Roma, Peruzzi regresó a su Siena natal. Aquí sirvió a la República como arquitecto, diseñando ingeniosas fortificaciones para la ciudad, así como una impresionante presa en el río Bruna, en Giuncarico. A pesar de su profundo apego a su ciudad natal, el destino le llevó finalmente de vuelta a Roma en 1535, donde murió al año siguiente. Encontró su última morada en la majestuosa rotonda del Panteón, cerca de Rafael.
Peruzzi no sólo era arquitecto, sino también un pintor de talento. Sus frescos en la Cappella San Giovanni (Capilla de San Juan Bautista) de la Catedral de Siena son prueba de su talento pictórico. Sus hijos también siguieron sus pasos: Giovanni Sallustio se hizo arquitecto y Onorio, tras aprender el oficio de pintor de su padre, se hizo sacerdote dominico y se dedicó a la decoración artística de las puertas del órgano de la iglesia de San Romano de Lucca. El diseño y la decoración de Villa Farnesina, una joya arquitectónica de Roma, se atribuyen en gran parte a Peruzzi. La villa, originalmente conocida como Villa Chigi, destaca por su vestíbulo central, del que parten dos alas, y por la sencilla disposición de las pilastras y el friso decorativo del exterior del edificio. Algunos de los frescos que adornan los interiores de la villa son obra del propio Peruzzi. Entre otros, diseñó la Sala delle Prospettive, en la que reinterpretó los esquemas de perspectiva de Melozzo da Forli y Mantegna.
Nuestras impresiones artísticas de las obras maestras de Peruzzi permiten a los amantes del arte admirar la estética única y la delicadeza de sus obras originales. Cada impresión artística que producimos pretende reflejar el mismo cuidado y precisión que Peruzzi puso en sus diseños arquitectónicos y pinturas al fresco. De este modo, permitimos a los amantes del arte apreciar el talento de Peruzzi y sus contribuciones al Renacimiento italiano a un nivel completamente nuevo.
Baldassare Tommaso Peruzzi, nombre notable en la historia de la arquitectura y la pintura italianas, pasó sus primeros años en Ancaiano, pequeña localidad cercana a Siena, donde nació el 7 de marzo de 1481. Su labor creativa le llevó finalmente a la Ciudad Eterna de Roma, donde trabajó codo con codo con grandes maestros como Donato Bramante, Rafael y, más tarde, Sangallo en la construcción de la nueva basílica de San Pedro. Pero cuando en 1527 se desataron las tormentas del saqueo de Roma, Peruzzi regresó a su Siena natal. Aquí sirvió a la República como arquitecto, diseñando ingeniosas fortificaciones para la ciudad, así como una impresionante presa en el río Bruna, en Giuncarico. A pesar de su profundo apego a su ciudad natal, el destino le llevó finalmente de vuelta a Roma en 1535, donde murió al año siguiente. Encontró su última morada en la majestuosa rotonda del Panteón, cerca de Rafael.
Peruzzi no sólo era arquitecto, sino también un pintor de talento. Sus frescos en la Cappella San Giovanni (Capilla de San Juan Bautista) de la Catedral de Siena son prueba de su talento pictórico. Sus hijos también siguieron sus pasos: Giovanni Sallustio se hizo arquitecto y Onorio, tras aprender el oficio de pintor de su padre, se hizo sacerdote dominico y se dedicó a la decoración artística de las puertas del órgano de la iglesia de San Romano de Lucca. El diseño y la decoración de Villa Farnesina, una joya arquitectónica de Roma, se atribuyen en gran parte a Peruzzi. La villa, originalmente conocida como Villa Chigi, destaca por su vestíbulo central, del que parten dos alas, y por la sencilla disposición de las pilastras y el friso decorativo del exterior del edificio. Algunos de los frescos que adornan los interiores de la villa son obra del propio Peruzzi. Entre otros, diseñó la Sala delle Prospettive, en la que reinterpretó los esquemas de perspectiva de Melozzo da Forli y Mantegna.
Nuestras impresiones artísticas de las obras maestras de Peruzzi permiten a los amantes del arte admirar la estética única y la delicadeza de sus obras originales. Cada impresión artística que producimos pretende reflejar el mismo cuidado y precisión que Peruzzi puso en sus diseños arquitectónicos y pinturas al fresco. De este modo, permitimos a los amantes del arte apreciar el talento de Peruzzi y sus contribuciones al Renacimiento italiano a un nivel completamente nuevo.