La artista inglesa Alison Cooper sigue la larga tradición del arte botánico. La pintora se licenció en arte en Gales y profundizó sus conocimientos en la Universidad de Florencia. De vuelta a su Inglaterra natal, siguieron fases de la vida familiar que dejaron poco espacio para sus propias ambiciones. Alison Cooper desarrolló una gran pasión por la jardinería y las plantas que tocaba casi a diario. Cuando los niños empezaron a ir al colegio, el tiempo en familia se hizo más generoso para Alison. Aprovechó las oportunidades y decidió convertirse en pintora profesional. La artista encuentra los temas para sus finas acuarelas en su Worcestershire natal. En el espíritu de las Bellas Artes, Alison Cooper crea arte estético y elementos decorativos. El artista tiene una conexión especial con la Sociedad de Horticultura. Como parte del compromiso de la Sociedad con la jardinería británica, Alison ha presentado trabajos para exposiciones que han recibido atención y han sido premiados.
El arte de la botánica se remonta a una larga historia. En la poesía, los artistas florales son descritos como aquellos que encontraron la belleza en la verdad. Artistas que entendían las plantas científicamente y las veían y describían con el ojo y la mano del artista. Alison Cooper combina estas cualidades, que también tienen significado para los artistas contemporáneos. Reconocer la belleza en la planta y representarla con gran reconocimiento es un talento maravilloso. Alison Copper no tiene miedo de pintar calabazas y coles. La artista plasma en el papel los colores naturales de las brillantes coles rojas y púrpuras con el mismo encanto que es capaz de hacerlo con las magníficas rosas inglesas. Es fundamental conocer las propiedades características de las plantas y descubrirlas y aplicarlas. Alison Cooper se inspira en la naturaleza y crea sus propias obras. Otra pasión es pintar ramos de novia. Le da a la novia un recuerdo imperecedero del día más hermoso de su vida. La artista utiliza buenas fotografías como plantillas, que transforma en flores para la eternidad.
La frontera entre los artistas botánicos y los pintores de flores es estrecha. El artista Maria Sibylla Graff Merian y el artista Pierre Joseph Redouté tenían la intención de la representación científica cuando crearon sus obras. Hoy en día, la fotografía y el mundo de los medios digitales han sustituido en gran medida esta función. Los artistas que se dedican a pintar flores suelen elegir el contexto de una naturaleza muerta para su representación. Los ramos de flores se colocan en jarrones y las frutas y verduras se presentan de forma adecuada. La obra de Alison Cooper es una esencia de la forma científica original del arte de la botánica. El espectador queda impresionado por la belleza realista que pueden mostrar las numerosas hortalizas de nuestros jardines.
La artista inglesa Alison Cooper sigue la larga tradición del arte botánico. La pintora se licenció en arte en Gales y profundizó sus conocimientos en la Universidad de Florencia. De vuelta a su Inglaterra natal, siguieron fases de la vida familiar que dejaron poco espacio para sus propias ambiciones. Alison Cooper desarrolló una gran pasión por la jardinería y las plantas que tocaba casi a diario. Cuando los niños empezaron a ir al colegio, el tiempo en familia se hizo más generoso para Alison. Aprovechó las oportunidades y decidió convertirse en pintora profesional. La artista encuentra los temas para sus finas acuarelas en su Worcestershire natal. En el espíritu de las Bellas Artes, Alison Cooper crea arte estético y elementos decorativos. El artista tiene una conexión especial con la Sociedad de Horticultura. Como parte del compromiso de la Sociedad con la jardinería británica, Alison ha presentado trabajos para exposiciones que han recibido atención y han sido premiados.
El arte de la botánica se remonta a una larga historia. En la poesía, los artistas florales son descritos como aquellos que encontraron la belleza en la verdad. Artistas que entendían las plantas científicamente y las veían y describían con el ojo y la mano del artista. Alison Cooper combina estas cualidades, que también tienen significado para los artistas contemporáneos. Reconocer la belleza en la planta y representarla con gran reconocimiento es un talento maravilloso. Alison Copper no tiene miedo de pintar calabazas y coles. La artista plasma en el papel los colores naturales de las brillantes coles rojas y púrpuras con el mismo encanto que es capaz de hacerlo con las magníficas rosas inglesas. Es fundamental conocer las propiedades características de las plantas y descubrirlas y aplicarlas. Alison Cooper se inspira en la naturaleza y crea sus propias obras. Otra pasión es pintar ramos de novia. Le da a la novia un recuerdo imperecedero del día más hermoso de su vida. La artista utiliza buenas fotografías como plantillas, que transforma en flores para la eternidad.
La frontera entre los artistas botánicos y los pintores de flores es estrecha. El artista Maria Sibylla Graff Merian y el artista Pierre Joseph Redouté tenían la intención de la representación científica cuando crearon sus obras. Hoy en día, la fotografía y el mundo de los medios digitales han sustituido en gran medida esta función. Los artistas que se dedican a pintar flores suelen elegir el contexto de una naturaleza muerta para su representación. Los ramos de flores se colocan en jarrones y las frutas y verduras se presentan de forma adecuada. La obra de Alison Cooper es una esencia de la forma científica original del arte de la botánica. El espectador queda impresionado por la belleza realista que pueden mostrar las numerosas hortalizas de nuestros jardines.
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